Mi reciente PLE
Espacio del Saber
Vale más saber alguna cosa de todo, que saberlo todo de una sola cosa...
lunes, 23 de junio de 2014
martes, 10 de junio de 2014
¿Online en el trabajo?
El uso de las tecnologías ha invadido todos los espacios del
ser humano: ocio, educación, cultura, entretenimiento, salud, incluso el ambiente laboral. Las
organizaciones de hoy en día buscan estar
a la par de con los apresurados cambios
tecnológicos. La versatilidad con que se asuman estos cambios desde el
seno de la organización, brinda oportunidades de triunfar, aunque este
elemento por sí sólo no hará el milagro de ofrecerle sostenibilidad a la
empresa. En este punto, entonces se conjuga otro elemento: la competitividad; y
es precisamente el uso de las nuevas tendencias tecnológicas, el punto clave que
va a permitirle a la empresa competir en el mercado. Pero ahora hablemos de las
personas que utilizan esas tecnologías.
Si observamos desde aspectos
cotidianos, en una escuela, por ejemplo: niños que tienen acceso a un
sinfín de información, gracias al aporte de las tecnologías. Y si nos
remontamos a la escolaridad de los años 50,
60, 70 y un poco más; este conocimiento era
más limitado y en muchos casos, seguramente no habría pasado de un par de
libros o textos sugeridos durante el año escolar. La tecnología ha abierto las
puertas al mundo del saber.
Las organizaciones, cómo sabemos, son aquellos ámbitos donde
convergen personas con fines comunes: alcanzar objetivos y obtener un beneficio
(económico, social) a partir de su
desempeño o como contraprestación de su servicio; han sido también la morada y motor propulsor
del uso de las tecnologías. Ahora bien, partiendo de la premisa de que las personas como seres
biopsicosociales, con la inevitable necesidad de socializar (cosa que no surge
con las TIC sino desde la era primitiva misma), al estar en el trabajo
(llámese prisión psíquica) o cárcel virtual, como así lo definió Morgan (1996); no pueden apartar la
necesidad de estar “conectados con la gente” y menos “comunicarse”, aunque se encuentren
en el puesto de trabajo.
Importa, y por muchas razones, mencionar que con el auge de las redes
sociales, las cuales permiten desde comunicarnos, interrelacionarnos, localizar
amigos, conocer nuevas personas, buscar
empleo, hasta hacer un viaje virtual por todo el planeta; estas incursionan en
las organizaciones por el simple hecho de que las mismas están conformadas por
personas y socializar es una necesidad individual, como así lo agrupa en dos de
los cinco eslabones (afiliación y reconocimiento) de la pirámide de jerarquización de
necesidades de Maslow (1943).
Si habláramos de una organización robotizada en pleno, quizá
no habría la necesidad de tener una PC
con acceso a redes de carácter social.
Aunque ya existen compañías como Hon Hai Precision Industry, que
se considera de este tipo, todavía conserva el factor humano. En efecto creo,
que pasará algún tiempo para que el robot suplante al 100% a las personas, así que en HHPI, la PC con
acceso a redes sociales nunca va a estar de más.
Visto ya el porqué las personas necesitan estar siempre
“online” y pues, además, de tratarse de un asunto mucho más profundo
(psiquis vs sociedad), es
importante mencionar que este aspecto trasciende y va más allá de un modismo. De
allí pues, que puede ser concebido como una alternativa
de amplio alcance comunicativo, teniendo en cuenta que socializar es una
compleja necesidad psicológica.
Si bien ya hablamos de necesidad, cabe ahora preguntarse ¿cuáles
son las ventajas y desventajas del uso de estas redes sociales en las
organizaciones? Desde una perspectiva generalizada, se pudiera afirmar que mayores
son las ventajas de su uso y también esta determinación va a depender en gran
medida de la actividad de la empresa.
Por ejemplo, una compañía de ventas recibiría un enorme impulso con las redes sociales. Sin
menospreciar el alcance de la publicidad y distribución. Potenciar su cartera de clientes y hacer que
su producto le de la vuelta al mundo en un par de imágenes, son algunos de los
beneficios que puede obtener a través de
las redes sociales.
Visto de esta forma ventajosa y positiva, surge otra
interrogante: ¿podrá afectar en esta misma escala la productividad? Varias
encuestas afirman que los trabajadores dedican parte importante de la jornada
laboral revisando el facebook, twitter, chateando con amigos, actualizando
perfiles, y toda cuanta actividad sientan el deber de ejercer sobre sus cuentas
sociales. Eso no escapa de la realidad y es común en organizaciones públicas y
privadas. Esto viene a ser un fenómeno que
ha irrumpido en las empresas de este mileno.
La productividad y el
cumplimiento de las jornadas pueden garantizarse si en las empresas se instauran
espacios y tiempos que brinden la facilidad a las personas de interactuar y
comunicarse. Es oportuno mencionar
que cuando las personas satisfacen sus necesidades sociales, pueden interactuar
mejor y sentirse identificados con los objetivos, ya que este sentimiento le
genera la seguridad, confianza y perciben que sus necesidades están satisfechas;
por lo que limitar sus relaciones con la realidad externa
frena la proactividad, la motivación, la dedicación, la creatividad e
innovación.
Las redes sociales, como parte importante de las tecnologías
de información y comunicación, se traducen en una poderosa herramienta de
comunicación, dentro y fuera de las organizaciones. Ejercer control es vital siempre
y cuando ello no implique desconectar al trabajador de la realidad; pero permitiendo su acceso bajo el esquema que
consideren los gerentes. Esto sería una
alternativa factible si se considera que la total libertad en es impropia,
fijar un horario es la opción para que el trabajador no se “distraiga” y cumpla
con su respectiva jornada diaria, ya que
al establecer criterios para el uso de estas redes, adaptaría a esos lapsos su
uso, por tanto, no se estaría limitando la comunicación ni las relaciones interpersonales.
Por otro lado, las personas siempre se las ingenian para
vulnerar sistemas y acceder a las redes, y en caso contrario, ingresan a través
de sus propios medios tecnológicos: Smartphone y Tablets. Obviamente, los trabajadores que acceden a
las redes a través de la PC en horas de trabajo, utilizan menos sus
dispositivos durante la jornada. Con
esto busco significar que de una u otra forma, siempre habrá el deseo de estar
“online en el trabajo”. En esta era de
la comunicación resulta un tanto difícil
coartar el uso de las redes sociales, por lo que limitarlas resulta ideal, para
el beneficio de las personas y de las mismas organizaciones.
lunes, 28 de abril de 2014
GRAFENO: Material del Futuro
¿Qué es el Grafeno?
El
carbono es uno de los elementos químicos más importantes en la
naturaleza. Se encuentra en todos los seres vivos y, según se
distribuyan sus átomos, puede formar sustancias con distintas
características. A partir del carbono se consigue el grafeno. Este
material surge cuando pequeñísimas partículas de carbono se agrupan de
forma muy densa en láminas de dos dimensiones muy finas (tienen
el tamaño de un átomo), y en celdas hexagonales. Para que te hagas una
idea, su estructura es similar a la que resulta de dibujar un panal de
abejas en un folio. ¿Por qué en un folio? Porque es una superficie
plana, de dos dimensiones, como el grafeno.
El grafeno se obtiene a
partir de una sustancia abundante en la naturaleza, el grafito. Ésta,
forma parte de nuestra vida cotidiana, ya que se emplea para fabricar
muy variados objetos, desde la mina de los lápices hasta algunos
ladrillos.
Pese a que el grafeno se conoce desde la década de
1930, fue abandonado por considerarlo demasiado inestable. No fue hasta
muchos años después, en 2004, cuando los científicos de origen ruso
Novoselov y Geim consiguieron aislarlo a temperatura ambiente. Este
descubrimiento no fue baladí, pues gracias a él obtuvieron el Premio
Nobel en 2010.
Utilidad del Grafeno
Para
poder hacernos una idea de en cuántos campos distintos puede aplicarse
el grafeno, es necesario echar un vistazo a nuestro alrededor y ver todo
lo que nos rodea. Ordenadores, coches, teléfonos móviles y equipos de música son, por mencionar sólo algunos de ellos, cosas que encontramos frecuentemente en nuestra vida cotidiana en las que el grafeno se podría llegar a aplicar.
Por
sus propiedades, el grafeno puede servir como material en la
fabricación de aviones, satélites espaciales o automóviles, haciéndolos
más seguros. También en la construcción de edificios, pues los
convertiría en más resistentes.
Pero, sobre todo, destacan sus aplicaciones en el campo de la electrónica, donde a través de su capacidad para almacenar energía puede dotar a las baterías de una mayor duración y un menor tiempo de carga,
establecer conexiones más rápidas e incluso contribuir a mejorar el
medio ambiente sustituyendo a materiales contaminantes que hoy en día
nos vemos obligados a utilizar.
No hay que olvidar su relevancia
en el ámbito de la salud. Las prótesis de grafeno podrían sustituir a
las actuales, de diversos materiales. O incluso se podría aplicar para
mejorar el tratamiento de algunas enfermedades.
Por todo esto, no
es de extrañar que se diga que su utilidad es prácticamente ilimitada y
que las barreras a su aplicación únicamente son las de la imaginación
humana.
¿Cómo es el material del Grafeno?
El grafeno es un material que combina una gran cantidad de propiedades que no se dan juntas en cualquier otro compuesto. ¿Qué significa esto? Que es capaz de mejorar por completo las condiciones de cualquier superficie donde se aplique.
Y es que es un material muy duro, resistente, flexible y muy ligero;
lo que permite moldearlo según las necesidades de cada caso. Conduce
muy bien tanto el calor como la electricidad; y permanece en condiciones
muy estables cuando se le somete a grandes presiones.
Su futuro
en terrenos como la medicina se presenta realmente prometedor. ¿Un
ejemplo de en qué se podría usar? En las máquinas con las que se
realizan las radiografías. Éstas funcionan mediante radiaciones
ionizantes, unas formas de energía que hacen que los materiales que se
encuentran a su alrededor se desgasten muy pronto. Pues bien, el grafeno
ofrecería una duración casi infinita, por lo que la inversión que
habría que realizar en la adquisición del material sería, a la larga,
mucho menor.
Pero además, el grafeno es capaz de generar electricidad a través de la energía solar,
lo que le convierte en un material muy prometedor en el campo de las
energías limpias. Para que te hagas una idea de su potencial, si se
construyeran con grafeno las placas solares, podrían generar varias
veces más energía por hora que las actuales. ¿Será este material una de
las herramientas necesarias para superar la crisis energética que
previsiblemente se desatará cuando se agoten las reservas de petróleo?
¿Cómo se obtiene el Grafeno?
Llegados
a este punto, seguramente te preguntarás por qué, si el grafeno tiene
tantas cualidades y ofrece tantos beneficios, no se emplea para mejorar
nuestra calidad de vida.
La respuesta es sencilla. Para que
conserve todas sus propiedades, el mineral ha de ser de la mayor calidad
posible. Con el método tradicional de obtención a base de deshojar el
grafito con cinta adhesiva, se consigue grafeno de muy alta calidad,
pero la cantidad producida es mínima y resulta insuficiente para su uso
industrial.
Por otro lado, el empleo de otros métodos para su
obtención enfocados en aumentar la cantidad producida no consiguen un
producto con la calidad suficiente.
Actualmente, se comercializa el grafeno bajo dos formas: En lámina y en polvo. ¿En qué se diferencian?
• Grafeno en lámina:
es de alta calidad y se emplea en campos como la electrónica, la
informática o incluso la aeronáutica, donde se requiere un material muy
resistente. Su producción es actualmente muy costosa.
• Grafeno en polvo:
se usa en aquellos ámbitos que no requieren de un material de alta
calidad. Su proceso de obtención es más barato y permite una mayor
producción del producto, pero renunciando a parte de sus propiedades.
El
siguiente gran reto en la historia de este mineral es la búsqueda de un
método de obtención que supere esta barrera. Diversos equipos de
científicos en todo el mundo dedican sus esfuerzos a este fin y aunque
los resultados obtenidos son prometedores, aún queda camino por
recorrer.
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